domingo, 22 de septiembre de 2013

Un estado amenazante.


Para vos, gil, que te llenas la boca hablando de mí cuando yo no hablo nunca de vos. Jamás hablo de vos. Jamás te dedico estados, como por ejemplo este. Lo que tengas para decir me chupa un huevo, no le doy importancia, por eso escribo este estado. Porque no me importa lo que decís. Lalalala. No te escucho. Y tengo huevos para decírtelo por acá y no por mensaje privado. Y tengo tantos huevos, tantos, que no me animo a poner tu nombre y escracharte. Porque eso sería demasiado. Pobrecito. Sino alto escrache te comías, gil. Zafaste porque soy muy cagón nada más.

Mejor que no te cruce por la calle porque si te veo, si te llego a ver, cruzo la calle, te puteó de lejos y me voy corriendo. Así que cuidate.
Si seguís hablando mal de mí, fuiste. Sí, te estoy amenazando, pero no de muerte porque sino voy preso. Te estoy amenazando porque queda bien que lo haga, me hace parecer más hombre aunque le tenga miedo a los escarabajos, y en una de esas me gano un puñado de likes. Podría contar todos tus secretos. Todos. Pero no me sé uno. Si en una de esas escucho uno por ahí, agarrate eh. Ah, y si me bloqueas mejor. Me ahorrás el paso de no tener que leerte, aunque me gustaría saber lo que tenés para decrime después de leer este estado así que probablemente crearía un facebook trucho, te mandaría una solicitud de amistad, esperaría que me la aceptes y leería tu estado porque, como decía en la primaria, "lo importante no es que hablen mal o bien de uno, lo importante es que hablen de uno". Era una forma de consolarme y sentirme importante cuando se esparció el rumor de que me vieron haciéndole el amor al pizarrón con lapiz labial encima.

Eso si. Más te vale no aparecerte por mi casa porque eso sería terrible. Seguramente me encontrarías masturbándome y no estaría bueno. Tengo una suerte de adicción con eso. No lo puedo parar. Al asunto, me refiero, no a eso. Eso sí lo puedo parar, justamente por eso lo hago todo el día. Fui al médico y me recomendó que me cortara las manos. El manco me dijo que a él le había resultado.

Ya sé, te morís de envidia. Te doy envidia. Es obvio. Pero tranquilo, algún día vas a lograr ser como yo. Sólo tenés que abandonar todo lo que tenés y pajearte un poco más. Y ahí, recién ahí, voy a volver a darte la mano. Si es que aún la tengo.

BUENO. CHAU. NO ME IMPORTAS. A VER SI LO ENTENDES. LALALALA. NO TE ESCUCHO. SALTA LA LANA, PATA DE RANA. CHIKIPINPINPAM CHIKICHIKIPAM CHIKIPINPINPAM PANAM. TE DESEARÍA LA MUERTE PERO SENTIRÍA MUCHA CULPA ASÍ QUE OJALÁ TENGAS UNA LARGA VIDA ASÍ PUEDO SEGUIR DEPOSITANDO MI ODIO EN VOS. ADIOS.
Principio del formulario

No hay comentarios: