sábado, 3 de mayo de 2008

PINTURA RENACENTISTA

La pintura renacentista está plena de religiosidad, sin embargo, cada artista busca su propio estilo, en donde el retrato y la representación del paisaje tienen mucha importancia. Las evoluciones que siguió el arte escultórico en los periodos de preparación al renacimiento, llegó a la fase perfecta de éste muy poco después que su precursora la escultura, es decir, durante el siglo XV en Italia y ya entrado el siglo siguiente en los otros países. En general, el siglo XV es de iniciación y los siglos XVI y XVII lo son de apogeo para la pintura del renacimiento clásico. Pero en Italia, se inicia ya la decadencia poco después de mediado el siglo XVI por querer los artistas imitar las obras de los grandes maestros anteriores en lugar de estudiar la naturaleza para crear sus obras. La decadencia total en los diferentes países corresponde al siglo XVIII siguiéndole cierta restauración a finales de dicho siglo.
El carácter distintivo de la pintura del renacimiento en general y en su periodo de apogeo consiste:
En la unidad de la composición, de la perspectiva, de la anatomía y morbidez muscular y de la belleza exterior física tendiendo a imitar la naturaleza con desenvoltura e inspirándose a la vez los artistas en las obras clásicas escultóricas.
Por razón de los asuntos, en la universalidad de ellos, dando mucha entrada a los mitológicos apenas tratados en la época anterior y cultivando singularmente el retrato y las historias. Y aunque no se olvidan los cuadros religiosos, carecen éstos por lo común de la idea y unción mística de la época precedente (sobre todo, en las Vírgenes o Madonnas) y hasta desvían con frecuencia el ánimo de la verdadera piedad.
Por razón del procedimiento, se distingue en el abandono definitivo de los realces y dorados, en la predilección por los lienzos sin tabla y en la adopción casi exclusiva de la pintura al óleo, salvo las decoraciones murales al temple y al fresco.
La historia moderna de la pintura se inicia con los aportes de los maestros del Renacimiento. Florencia y Roma durante los sigolos XV y XVI son la cuna de dicho movimiento que establecerá a través de la perspectiva, la proporción, la anatomía y el descubrimiento y uso del oleo, una manera de pintar realista o verista que no se había dado antes.

PINTURA BARROCA

Durante el Barroco la pintura adquiere un papel prioritario dentro de las manifestaciones artísticas. Siendo la expresión más característica del peso de la religión en los países católicos y del gusto burgués en los países protestantes.


Cena en Emaús, pintado en 1601 por CaravaggioSe desarrollan nuevos géneros como los bodegones, paisajes, retratos, cuadros de género o costumbristas, así como se enriquece la iconografía de asunto religioso. Existe una tendencia y una búsqueda del realismo que se conjuga con lo teatral y lo efectista.

El color, la luz y el movimiento, son los elementos que definen la forma pictórica.

Mientras que la dinámica del espacio, la visión de las escenas en profundidad, la estructuración de las composiciones mediante diagonales y la distribución de manchas de luz y de color, configuran el espacio como algo dinámico, donde los contornos se diluyen y las figuras pierden relevancia frente a la unidad de la escena.