miércoles, 31 de octubre de 2012

Crítica de la película "El arte de vivir"


La historia comienza a contarse con un plano detalle de la médula osea de la protagonista. La cámara hace un travelling y te muestra unas grandes torres a lo lejos. Son Las Torres Gemelas. Es el año 2001, y ella, al vivir enfrente, va a presenciar una de las más grandes catástrofes que sufrió Estados Unidos. Su nombre es Angélica, tiene un marido pintón y un hijo adolescente, y quiere suicidarse porque cayó en la depresión: Sabe que nunca se le van a cumplir los sueños y que la vida que está viviendo no era lo que quería, no quiere a su hijo y piensa que su esposo es un jubilado a los 40. Cuando presencia el primer choque de avión, ella estaba aplaudiendo en el balcón intentando llamar la atención, pero su suicidio pasa a segundo plano.

Estamos hablando de "El arte de vivir", dirigida por el ganador de 3 Globos de Oro, Michael Douglay Jones., y protagonizada por Laura Tilling, que se entrega en un rol dramático de los que no acostumbramos ver. Atrás pueden quedar esos Saturday Night Live y Whose Line is it Anyway? 
Lucas Moldavio, el marido de Laura en la película, resulta ser un actor argentino salido de la escuela de teatro de Enrique Pinti. Su caracterización como hombre apático es sublime. O debo decir, la mejor actuación de la historia del cine. La película compite esta semana en las carteleras con el estreno de "El secreto de la tormenta", el polémico documental sobre cómo no se besaron Jake Gyllenhall y Heath Ledger en Brookeback Mountain porque consideraban que hacer eso "era de putos". Habrá que elegir. "El arte de vivir" se estrenó en 23 salas, y espero que si hablan bien de ella, les paguen tanto como a mí.

Mario Moldavio.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Historia sobre la flota española.



Hace tiempo no me ataba los cordones. Andaba por la vida con los cordones desatados. Me los pisaba cuantas veces sea. Pensaba que eso era sexy. Mis compañeros relojeaban mis zapatillas, me decían que ya era hora de que entre en razón y empiece a ser más criterioso con mi ropa.

No conocían nada de Larrouse. Gran diccionario gran. Nunca se tiraron a una piscina con un smoking, como he realizado en mis mejores días. Jamás conocieron a Divina Gloria fumándose uno en el Cilindro de Avellaneda. No tienen vida, no saben nada. Mi estilo de vida es inobjetable, ergo entiendo la incomodidad protocolar de mis ñatos. Tiempo atrás estuve perdido en una montaña de deseos. En ella pedí un deseo y no se me cumplió. Deseé que no se me cumpla ningún deseo. Y no se me cumplió el deseo. Lo injusto a plenis. Tomé el libro e intenté perseguirlo. El manual de vida desalineada se dividía en comunas, entregaba soluciones a los que no las necesitaban y ofrecía provisiones a los que no las deseaban. Jamás entendí porque tenía un manual de vida, ya que no lo necesitaba. Pero era positivo realizar lo contrario a las leyes de lo político.

Mis amigos siempre me tildaron de "El Raro". Por minutos imaginé que mi meticulosa manera de mantenerme erguido en una sola pierna podía asimilarse a la fisonomía de un desfigurador de almohadas estirándose para lograr la posición más cómoda, o preparándose para dirigirse al club de yoga más cercano: Una pelotudez.
Me conocían de esa forma debido a que envidiaban mis características. Recuerdo incendiar un dormitorio en el cuál no podía dormir. Belén no estuvo de acuerdo. Obviamente porque era esa su habitación, y era esa su mansión, no es un dato diminuto. Pero no se podía dormir en esa catrera de babieca. Algunos a posteriori me brindaron la sutil idea de que podría haber roto “la siempre amada” cama o su respectivo respaldo, y a otra cosa. Pero no se me había ocurrido. Claro, con el diario del miércoles habla cualquiera.

Mi fuerte era la vestimenta, además de mi musculatura. Me describo como "el rey imperioso de los sacos rojos". He visto a adolescentes sufrir orgasmos al verme cruzar la avenida, pateando charcos con la elegancia de un pato italiano, escupiendo chicles y, próximo, hacer jueguito con la goma masticada sin perder puntos en la atracción femenina y sus deseos repentinos e intocables de copular by night.

La corbata, color sandia de zimbawe (un color que no es conocido aún en Latinoamérica, pero cuando ingrese al mercado de manera definitiva, desmayará a la audiencia y provocará revuelo entre el mundo fashion) era el accesorio más hip que vestía mi esbelto cuerpo. No está de más mencionar que mis alpargatas violetas combinaban a la perfección con la notable (en cuanto a inédita por estos pasillos) corbata, junto al saco rojo y los jeans descostrados.

Siempre fui un modelo a seguir. Placeré quería mi persona para desfilar sobre los escenarios de Pamplona, pero con todo el respeto que se merece, detesto viajar a otros lugares de Europa que no sean Argentina. Placeré se portó de Alicia en el país de las maravillas conmigo. Por eso le hice una fellatio. Pero no le digan a nadie. Probablemente haya muerto por esto. 

Sólo soy un ser que vive sin saber porqué. Pero detras de toda esa capa de superficialidad, siempre se aprende a comprender cosas que ni quien las pone en negrita logra comprender.

lunes, 8 de octubre de 2012

La tierra de la exageración.


Se vislumbra por las calles de Buenos Aires la efímera y extraña tendencia a mencionar con suma soltura la cruza de los límites de lo posible, en pos de hacerle saber al otro que te importa la causa. ¿Y es en realidad así? ¿O es sólo una expresión mundana? "Si llega a venir Marky Ramone a la Argentina, me mato". ¿Por qué, no tenías ganas de verlo? ¿Justo viene y vos te pegás un tiro? Esperá el recital primero y después morí feliz. A su vez, si cada vez que viene Marky Ramone a nuestro país el tipo se muere y luego revive, definitivamente lo hace muy seguido porque viene todos los años. Es obligación mencionar que la última función no estaba tocando bien y mucha gente comenzó a escupirlo. Como ello es parte de la cultura punk, Marky se confundió y pensó que les estaba gustando cómo tocaba, por lo que siguió en la misma linea durante tres horas más. Hoy ya no sé si va a volver el próximo año.

Es trágico que los momentos exacerbados suelen quedarse a mitad de camino y causando la muerte de los mismos cuando se efectúan frases como "Te amo hasta el Infinito". Hay canales más lejos en la guía de programación. Nos quedamos anonadados cuando la mujer nos pone a prueba desde la palabra, lo consideramos una amenaza letal, una piedra a nuestra libertad. Sin embargo el masculino se vanagloria con las inventivas y malagueñas letras de Cacho Castaña que dejan en claro la violencia de género. For example, "Si te agarro con otro te mato, te doy una paliza y después me escapo". Sos cornudo, violento y cagón. Siga entonándolo con orgullo.
Existe esa puja por expresar sentimientos e ir más allá, aunque se suele errar seguido. "No te cambio por nada del mundo" mencionamos en años pasados a una persona por la que hoy preferiríamos cambiar por una moneda de chocolate, de esas con envoltorio dorado y bajo costo.

La emoción puede ser la responsable de diseñar con facilidad microclimas de sensaciones orgásmicas e iracundas. El desarrollo de esos vicios no confesos también forma parte del deleznable ecosistema de las exageraciones. Ese efectivo de más, esa porción de pizza inoportuna en la casa de tus amigos, ese exceso de perfume que te obligó a cancelar una salida debido a que lastimó tu cuello hasta hacerlo semejante a una tira de asado. Todos buscamos de alguna forma, o con facilidad, hacer mucho de lo que nos gusta y nada de lo que no nos agrada. Aunque esto me gustaría pensarlo un poco más. De hecho, lo completo escrito desearía analizarlo detalladamente. Quizás esté equivocado con lo mencionado. Quizás dije dos o tres palabras de más. O peor... Quizás exageré. Quiero pensar que no porque me mataría si fuera así.

viernes, 5 de octubre de 2012

Muchacha ojos de Bernardo el Dinosaurio.


Estás tan linda. Me llamás tanto la atención. Te veo con el pelo suelto, la mirada intrigante, y esa soltura que pareces transmitir,.. Me encantas y no sé que hacer. Es tan difícil para mí decidir estas cosas. Odio que se prejuzgue, o quedar pegado a esos hombres precipitados que embadurnan sus cuerpos de calentura. 
Y a su vez te debes merecer algo mejor que lo que tenes, aunque desconozco qué es de tu vida. No sé si estás nadando por entre los mares de la soltería, si estás casada y con cinco hijos de nombre Junior, si estás experimentando otros campos o si directamente le cerraste las puertas a todo el mundo.
Ahora que me pongo a pensar, no sólo es eso, sino también que no te conozco. No sé cómo llegué acá, pero me gustas. Y me voy a animar, rubia de ojos verdes. Me voy a animar.

Listo, lo hice. Ya está. Ahora no queda otra que esperar. Confío en que aceptarás mi solicitud de amistad.